La originalidad de un niño está en su maravillosa capacidad de expresarse con autenticidad. El "niño eterno " que vive dentro de nosotros, fácilmente nos invita a tomar actitudes auténticas y nos sorprende por la espontaneidad y ausencia del miedo a revelar nuestro verdadero rostro. Cuando somos auténticos, nos liberamos de toda y cualquier tipo de máscara que pueda impedir la expresión de nuestra verdadera
identidad !!!
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