La actitud perseverante trae siempre buenos resultados. La personalidad vislumbra las influencias contrarias, las oposiciones, y se desalienta. Nuestra alma viene al encuentro y la alienta a trascender limitaciones. Cuando persistimos con ritmo y gracia y en sintonía con las señales que la vida nos da, estamos simultáneamente purificando y transformando el "plomo " de la impaciencia o el desaliento, en el "oro" de la autorrealización !!!
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