Todo vibra en el Universo de Dios, todo canta una canción que puede ser oída como su verdad. Y, por consiguiente, todos deben ser escuchados con el cuidado y la atención que merecen. Para oír bien, es preciso silenciar completamente los ruidos de la crítica y de los juicios precipitados, creados en el seno de una mente bulliciosa... Quien oye bien, oye la verdad de lo que está comunicando y se une a ello para crear el entendimiento justo y necesario!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario